miércoles, 10 de febrero de 2010

La Ira Del Rey Éxanime


Hijo mío, el día que naciste hasta los bosques de Lordaeron susurraron tu nombre... Arthas.
Hijo... Observé con orgullo como te convertías en un arma de rectitud.
Recuerda, nuestro linaje siempre ha gobernado con sabiduría y fuerza. Y sé que mostrarás moderación en el ejercicio de tu gran poder.
Pero la verdadera victoria, hijo mío, es saber conmover el corazón de tu pueblo. Te digo esto porque cuando mis días lleguen a su fin... Tú, serás el rey.